La reforma del Sistema de Justicia Penal es, sin duda, un cambio mayúsculo en la forma de procurar la justicia en el país, removiendo viejas prácticas y otorgándole al ciudadano un sistema confiable y transparente.
El éxito de este nuevo sistema está en manos de personas involucradas con la sociedad y preocupadas por procurar una mejor justicia.
Es por ello que ahora los ministerios públicos, los agentes de la policía investigadora, de la policía preventiva, nuestros defensores públicos y jueces, han pasado por altos procesos de capacitación que les permitirán desempeñar de forma más efectiva sus nuevas funciones.
Así mismo, contamos con mediadores que llevarán al ciudadano a resolver sus conflictos de forma rápida y pacífica, a través de acuerdos voluntarios que satisfagan la reparación del daño a la víctima.